sábado, 18 de julio de 2015

REPORTAJES DE BARRIOS ALTOS

“Esa Gente Existe” es una de las ganadoras, en la categoría documental, del Eurofilm Festival 2014. Dirigida por Jimmy Valdivieso, es la única obra peruana galardonada, seleccionada entre más de 1200 películas de 50 países.
El Eurofilm Festival tiene como miembro honorífico al consagrado actor Andy García, y entre su jurado destaca la presentadora de Tve Patricia Betancort. Pero además, “Esa Gente Existe” integra la Selección Oficial de Espiello XIII, el Festival de Cine Etnográfico más importante de España.
De un total de 234 documentales postulantes de todo el mundo, sólo 21 obras participarán en la Sección Concurso y se exhibirán al público del 17 al 25 de abril en la comunidad española de Boltaña, hasta donde viajará el director peruano.
“Esa Gente Existe” nos invita a conocer a ejemplares vecinos de Barrios Altos que, entre sus quehaceres cotidianos, danza afroperuana y devoción al Señor de los Milagros, se enfrentan a los prejuicios con que los hemos castigado, mientras luchan por resolver el problema de sus viviendas colapsadas que, irónicamente, son Patrimonio Monumental.
El documental se presentará en Lima este viernes 13 de Marzo, a las 7:30 pm, en el Centro Cultural de España (Natalio Sánchez 181, Santa Beatriz).
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Viernes 12 De Diciembre Del 2014

martes, 23 de junio de 2015

CINCO ESQUINAS: INSPIRACIÓN DE UN NOBEL

La nueva novela de Mario Vargas llosa, titulada 'Cinco esquinas' estará ambientada en Barrios Altos, según informó el también escritor Alonso Cueto en un artículo publicado en el diario El País de España.

El premio Nobel había revelado el título hace una semana, el cual hace referencia a una zona de este barrio del Cercado de Lima, en una conferencia sobre periodismo.

Sin embargo, no había querido conformar que se refería a ese barrio ni dar mayor detalle sobre esta nueva aventura literaria.

No obstante, Cueto logró averiguar más información como que dos de los personajes principales pasarán gran parte de un día en este sitio.

'Vargas Llosa no tenía título y hace un par de semanas, sin saberlo, salió a la calle a buscarlo. Partió de su casa de Barranco, en Lima, con gafas de sol, un gorro que le tapaba media cara y una gabardina de aires detectivescos', cuenta Cueto.

EL Nobel, durante su paso por el diario La Crónica, frecuentó estas calles donde se cultivaba la música criolla y la bohemia. Sin embargo, lo que encontró fue un lugar en decadencia.

Como anécdota, Cueto refiere que nadie reconoció a Vargas Llosa, salvo una señora que cuidaba carros y que le advirtió que era peligroso.

Cinco esquinas es el punto de intersección entre cinco jirones del Cercado de Lima: Junín, de los Naranjos, Barbones, Antonio Miró Quesada y Huari. Se ubica a pocas cuadras del Congreso de la República y de la Plaza Francia.

FUENTE: http://www.rpp.com.pe/2015-05-04-nueva-novela-de-vargas-llosa-se-ambientara-en-barrios-altos-noticia_793850.html

BARRIOS ALTOS: CUNA DEL CRIOLLISMO

"Barrio de mi ilusión, de ti yo me alejé, pensando que al rodar no fuera el mundo cruel, la gloria de otros tiempos, procuro retomar; el pendón de tu nombre, orgulloso paseé"... estrofa del vals peruano "De vuelta al barrio" del Maestro Felipe Pinglo.
 Barrios Altos es criollismo y el criollismo tiene que ver con los Barrios Altos ya que ese barrio tradicional de nuestra ciudad capital ha visto nacer a grandes glorias del criollismo escrito y musical, siendo a la vez testigo de muchos acontecimientos que han marcado la historia de la canción criolla.
 Antiguamente, los nacimientos solían ocurrir en las casas de las familias. La Maternidad de Lima ya existía en los Barrios Altos desde el siglo XIX, aunque tenía el nombre de "La Casa de Maternidad". Sin embargo, las costumbres y tradiciones que siempre han mantenido los barrioaltinos les hacía conservar aquella costumbre de que el nuevo miembro de la familia, que llegaba a bendecirla con su nacimiento, naciera en el calor de hogar, bajo el amparo y alegría de toda la familia.
 Dicha costumbre de que los nacimientos se den en el hogar de las familias se mantuvo en Lima hasta la década de los 60 del siglo pasado. Como buenos barrioaltinos, mis hermanos y yo también nacimos en nuestro antiguo hogar de la calle Tigre, con la excepción de mi hermana menor que nació en el Hogar de la Madre.
 Si muy bien los personajes que nombro en este escrito nacieron todos en las calles de los Barrios Altos, no todos se quedaron a vivir en sus calles sino que algunos emigraron después a otros barrios de Lima o al interior del país y por haberlo hecho, en algunos casos, a temprana edad, con el correr de los años se identificaron más con el nuevo barrio que los acogió. Lo mismo sucedió con los Barrios Altos, de que adoptó a muchos que a pesar de no haber nacido en sus calles llegaron a identificarse tanto con ese barrio tradicional de Lima que no se puede discutir que no sean tan barrioaltinos como otros porque en sus calles se rompieron las rodillas jugando fulbito, hicieron bailar por primera vez el trompo y la huaraca, en sus callejones de tierra aprendieron a jugar a las bolitas, allí experimentaron sus primeras jaranas y también en sus calles sus corazones se ilusionaron por primera vez ante otro ser.
 En el campo de las letras, Barrios Altos vio nacer a Manuel Ascencio Segura el 23 de junio de 1805 en la calle Mestas, actual cuadra diez del Jr. Huanta. Nuestro escritor costumbrista y autor teatral retrató con ingenio a la sociedad peruana del siglo XIX. Pero, cuando Segura ya deslumbraba con su pluma, en suelo barrioaltino nacería una de las más grandes figuras de la literatura peruana e hispanoamericana, Ricardo Palma, quien nació el 7 de febrero de 1833 en la calle Puno, actual tercera cuadra del Jr. Ayacucho. El insigne tradicionista tiene entre sus obras más conocidas las "Tradiciones Peruanas".

 La calle Acequia de Islas, actual séptima cuadra del Jr. Huánuco, sería testigo del nacimiento de Nicomedes Santa Cruz Aparicio el 15 de setiembre de 1870. Padre de Victoria, Nicomedes, César, Rafael, Rosalina, Pedro, Octavio, Fernando, Jorge y Consuelo Santa Cruz. Muchos años después, en dicha calle, viviría por un tiempo el más grande poeta peruano, César Vallejo.
FUENTE: http://www.criollosperuanos.com/BarriosAltos/barriosaltoscunadelcriollismo.htm.

HISTORIA DE BARRIOS ALTOS


Desde los inicios de la Colonia, la zona de Lima conocida como los Barrios Altos fue uno de los lugares más densamente poblados debido a que por allí –las portadas de Maravillas, Barbones y Cocharcas– transitaban todos aquellos que se dirigían al centro y sur del Perú. La provisión de alimentos que necesitaba la opulenta ciudad de Lima colonial tuvo que pasar necesariamente por los Barrios Altos; de igual manera, ya en el siglo XIX, el tránsito de los ejércitos para debelar los levantamientos, motines o revoluciones de las ciudades del sur tuvo que haber sido visto por los barrioaltinos; las carrozas fúnebres con destino al cementerio Presbítero Maestro pasó por sus calles; los toros de lidia que venían de la hacienda Bujama, de propiedad de la familia Asín, en el siglo XIX pasaron por los Barrios Altos. Por ello y por mucho más, se destaca la importancia estratégica de esta zona de Lima. Como lugar obligado de tránsito de personas con sus mercaderías con destino a Lima; tempranamente en sus casas, tiendas, chinganas y callejones comenzaron a radicar provincianos, preferentemente venidos de Yauyos, Huancayo, Huarochirí, aunque también de Ica, Ayacucho, Cusco, etc. El intenso tráfico de personas y productos hizo que se construyeran en los lugares aledaños a las portadas de Maravillas y Barbones, una serie de tambos que albergaron a arrieros con sus recuas de mulas En agosto de 1819, doña Mariana Barbarán arrendaba a don Eusebio Sánchez un tambo de su propiedad ubicado en la calle Maravillas en 14 pesos mensuales con las siguientes características: «con su armazón de tablas, mostrador de lo mismo clavado de firme en el suelo [...] Un patio accesorio con su puerta grande a la calle y cuatro cuartos» 2 . También en el mismo año por esta calle existía una «casa huerta y tambo situado a la salida de la Portada de Maravillas conocida por Alzamora» de propiedad de doña Manuela Alzamora, que fue arrendada por un plazo de nueve años al teniente coronel don Mariano Zubizarreta en 800 pesosanuales pagado por adelantado. Este contrato de arrendamiento demuestra que por Maravillas, periferia de los Barrios Altos, residían familias importantes, como el citado militar, pues la huerta estaba cercada con árboles frutales y además tenía dos esclavos, una esclava y un callejón con cuartos.3 Esta temprana ocupación de los Barrios Altos por cientos de personas que provenían de distintos lugares del Perú, aunque con algunos altibajos en el siglo XIX, la convierte en una zona populosa al interior de Lima, perfil que se va prolongar hasta principios del siglo XX como lo destacan dos historiadores: «En Lima, el área comprendida entre la actual avenida Abancay y la plaza Italia tuvo una densidad de 357 habitantes por hectárea. Tomando como referencia la información estadística poblacional, podemos afirmar que, desde la Colonia, la expansión y presión demográfica al interior de Lima amurallada se hizo hacia la zona de los Barrios Altos. La tendencia del crecimiento y presión poblacional de la ciudad de Lima hacia el sur tiene que haberse acentuado en la segunda mitad del siglo XVIII, como consecuencia de la revitalización de la economía colonial. Esta aseveración se hace evidente en un informe elevado al Arzobispo de Lima en 1793, en el cual se afirma que en la jurisdicción de la parroquia de Santa Ana residían alrededor de veinte mil habitantes, mientras que en el pueblo del Cercado, vivían entre tres mil a cuatro mil personas. Si sumamos ambas cifras poblacionales, alrededor de un 40% del total de población de la Lima, a fines del siglo XVIII, vivía en la zona de los Barrios Altos, de modo pues que existen antecedentes coloniales de una alta densidad poblacional en esta zona de Lima
http://sisbib.unmsm.edu.pe/bibvirtualdata/publicaciones/inv_sociales/n13_2004/a08.pdf  el día 12 de junio del 2015.





LOS CALLEJONES EN BARRIOS ALTOS

Una de las características más significativas del sector urbano de los Barrios Altos fueron y aún son sus callejones. No puede concebirse una historia de los Barrios Altos sin sus callejones, sin sus construcciones coloniales multifamiliares, verdaderos «pueblos» que albergaron a principios del siglo XX hasta doscientas familias, con sus caños y duchas, patios interiores, capillas con sus santos, e incluso, tiendas de abarrotes en su interior. Toda esta arquitectura urbana adquiere un cariño e identificación en la mentalidad y práctica de sus moradores, que incluso tienen nombres propios, adquieren una personalidad e identidad que las hacen diferentes a sus congéneres: San José, el Ponce, la Espada, el desaparecido callejón del Fondo, el Buque en camino de desaparecer, el callejón del Alma y muchos otros. Algunos callejones toman el nombre de un santo como San José y otros por su pequeñez y el número reducido de sus habitaciones, carecen de nombre y solo se les conoce por la presencia de una antigua familia. Los callejones barrioaltinos estuvieron y están formados por 15, 40, 100 o 150 habitaciones. Generalmente constan de dos o tres cuartos; en el siglo XVIII, XIX y buena parte del siglo XX carecían de servicios higiénicos al interior de las habitaciones. Otra de las características de la mayoría de callejones es que, por muy modestos o pocas familiasque albergue, rinden culto a un santo o santa a quien le construyen un altar o capilla. Una comisión se responsabiliza del cuidado de la imagen y de la celebración de una misa en su aniversario con su obligada procesión; finaliza en una fiesta con bebidas y comida donde participa eufóricamente todo el vecindario y los invitados. El santo o la santa que se venera en el callejón se convierte, en la práctica, en un poderoso motivo de reunión del vecindario, incluso convoca a familias que ya no viven en el callejón, pero que tienen el pretexto de regresar al barrio para encontrarse «con viejos amigos», «antiguas amistades» y rememorar tiempos mejores. Asimismo, los callejones de los Barrios Altos se convierten en semilleros de equipos de fútbol, conjuntos criollos, boxeadores, atletas, artesanos, profesionales, militares y otras actividades ocupacionales. Algunos callejones son tan poblados, como el de San José ubicado en el número 879 del jirón Huánuco, que pueden ser considerados como «cuasi pueblos». Esta concentración en los callejones de Lima y por extensión en los Barrios Altos, se reflejó a principios del siglo XX cuando el 60% vivió en estas construcciones multifamiliares (A. Panfichi, 1998: 36). Resulta reconfortante que en los últimos años algunas publicaciones sobre la historia urbana de Lima de principios del siglo XX incluyan a los callejones como un componente de su trama social y arquitectónica. Ello nos sirve de referente para nuestra investigación entre 1820 y 1880, como el informe hecho en 1906 sobre el «callejón de la Confianza que tenía casi la mitad de sus habitaciones a cuatro metros bajo el nivel de la calle» (G. Ramón: 181). Esta descripción es correcta, ya que la hemos recogido de una transmisión oral y aún hasta mediados del siglo XX, el «callejón de la Confianza» conservaba estas características. Se ubicaba en la esquina de los jirones Huanta con Puno. En la actualidad, 2004, aún hay callejones en esta zona de los Barrios Altos, uno de éstos era empedrado y tenía una entrada por el jirón Puno y otra por una calle paralela a ésta, donde estuvo ubicada la gráfica Fabri a mediados del siglo XX. ¿Había sido ya construido el «callejón de la Confianza» a mediados del siglo XIX? No lo sabemos aún con precisión documental, pero sí existen informes del Municipio de Lima acerca del impresionante crecimiento de la construcción de callejones en este período: «En las dos décadas siguientes, el número de callejones limeños prácticamente se duplicó (de 247 a 466), llegando a 471 en 1859» (ídem:138). Casi medio centenar de callejones había en Lima a mediados del siglo XIX. ¿En esta cifra estuvieron incluidos los de Abajo el Puente (Rímac)? ¿Cuántos de estos 471 callejones estuvieron ubicados en los Barrios Altos? ¿Acaso ya estuvo construido el «callejón de la Confianza» en 1859? La información del municipio limeño no da respuesta a estas interrogantes, pues solo es cuantitativa. Para obtener una información más detallada y puntual de los callejones de Lima en el siglo XIX, hay que recurrir a otro tipo de fuentes documentales, como los testamentos, que nos permitirá conocer a los propietarios, la ubicación aproximada de la propiedad e incluso el nombre de los callejones. Así tenemos en 1835, el testamento del sacerdote don José Merino, natural de Trujillo y residente por estos años en Lima, INVESTIGACIONES SOCIALES 145 donde declaraba que dejaba entre sus bienes, dos callejones conocidos como «Gigante» y «los Perros», ubicados cerca al monasterio de la Encarnación y que se encontraban hipotecados por seis mil pesos en la señora Carmen Pino Manrique. Por el monto hipotecado, se puede suponer que estas construcciones multifamiliares tuvieron un respetable valor, por lo que se convirtió en un sector atractivo para la colocación de capitales (inversión), de connotadas familias como es el caso de los Pino Manrique. También el testamento del sacerdote don José Merino demuestra que era propietario de cuatro casas y dos callejones en la ciudad de Trujillo, además de una capellanía de diez mil pesos situada en la hacienda Montalbán, ubicada en Cañete y cuyo dueño por ese entonces fue don Bernardo O`Higgins, prócer de la independencia de Chile con quien se encontraba litigando. 6 Don José Merino ordenó que todos sus bienes se vendieran. ¿A qué familia pasó la propiedad de los callejones «Gigante» y «Los Perros»? ¿Cuáles fueron sus precios? ¿Qué familias vivieron en estos callejones? ¿A qué se dedicaban? Esta es otra historia difícil de reconstruir, lo cierto es que ya no existe el monasterio de la Encarnación ni tampoco sus vecinos, los callejones «Gigante» y «Los Perros», la modernidad se los llevó. ¿Y dónde estuvieron ubicados? No lo sabemos con certeza, pero si tomamos como referencia que el monasterio de la Encarnación estuvo ubicado en la esquina de la calle Pando con la calle Cueva, a solo media cuadra donde después se construiría la plaza San Martín, tenemos que convenir que estos callejones estuvieron ubicados en el mismo centro de Lima a principios del siglo XX, tiempo en que aún existía el monasterio de la Encarnación y creemos que también los callejones «Gigante» y «Los Perros». En la medida que la modernidad, en sus múltiples variables, iba llegando al Perú desde mediados del siglo XIX a principios del siglo XX, la información sobre el patrimonio inmobiliario de Lima se fue haciendo más clara y precisa. En 1908, una comisión del Ministerio de Fomento describía el callejón Montañón ubicado en el Jr. Ica Nº 175 así: «Callejón ancho, hasta de cuatro metros de pavimentación [...] Cuartos de 100 metros (sic) con puerta de entrada baja, de una hoja, que tienen encima una ventana 6 AGN. Manuel Suárez año 1834-35, fs. 5v. Callejón del Buque. Esquina de la calle Suspiros. 146 INVESTIGACIONES SOCIALES pequeña y otra puerta que comunica con el corral que es pequeño, abierto [...] Techos de madera, [...] Muchos animales en los cuartos [...] Un caño de agua y un botadero para 135 personas [...] Precio del alquiler 6 soles [...]» ( Fanni Muñoz: 54). La descripción de las características del callejón es acertada, pero donde sí hay una equivocación es en la dimensión de los cuartos, pues es imposible que puedan medir 100 metros, sino la «tugurización de los callejones limeños» sería una farsa. Los cuartos de los callejones que hemos visitado tienen un área que va de los 8 a 15 m2 , excepcionalmente 20; de modo que la habitación como unidad familiar, si tiene dos cuartos, tendrá de 16 a 30 metros cuadrados, por ello, en muchas de estas habitaciones, se construyen «altillos de madera», en su interior o en sus techos, para poder albergar a la numerosa familia que va en aumento. En 1903, en un informe oficial, se contabilizó 642 callejones en Lima (F. Muñoz: 56, cita 47) que comparado con los 471 de 1859 ( G. Ramón: 138), registra un aumento de 171 callejones, es decir, 23% de crecimiento en 45 años, no obstante que en este período Lima incrementó su población aproximadamente en 100%. ¿Dónde se construyen estos nuevos callejones limeños?, ¿cuántos de éstos se construyen en los Barrios Altos? Difícil dar respuesta a estas y otras interrogantes, pero sí es un hecho que el aumento poblacional de Lima, sin ser explosivo a principios del siglo XX, no fue de la mano con la construcción del número suficiente de viviendas multifamiliares ventiladas e higiénicas para los sectores marginados de la sociedad peruana. Por estos años se hacía sentir «el alza de los alquileres», «la tugurización y la generalización de enfermedades en los callejones», deviniendo en el «problema de la vivienda», que hizo que en 1921 un cronista lamentara el abandono de la construcción del barrio obrero de Malambo, iniciado por don Guillermo Billinghurst, mientras que en Chile, Argentina, Brasil, Uruguay, Panamá y Cuba se habían construido millares de habitaciones para los obreros. Y concluía así: «Ojalá, en vista de la crisis de habitaciones que hoy nos agobia y que tiene que agravarse más cada día, ya sea por el estado o por iniciativa particular, se inicie lo más pronto la construcción de casas obreras, única forma en la cual podremos encontrar la solución del arduo problema de las habitaciones para el pueblo» .
Recopilado de: http://sisbib.unmsm.edu.pe/bibvirtualdata/publicaciones/inv_sociales/n13_2004/a08.pdf  el día 12 de junio del 2015.